MATARROMERA CRIANZA
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Ribera del Duero
Matarromera Crianza además de un vino es casi un culto. Si lo conoces, no necesitamos explicarte nada. Si no lo conoces (qué alegría poder descubrirlo por primera vez) tenemos mucho que contarte sobre este vino tinto de la Ribera del Duero.
Su primera añada, 1994, se alzó con el título Mejor Vino del Mundo en un concurso internacional de la Organización Internacional del Vino de España (OIVE), celebrado en Turquía. Desde entonces, este 100% tempranillo, es una de las señas de identidad de Bodega Matarromera, situada en Valbuena de Duero.
¿Qué sorprende de este vino icónico?
Lo primero de todo, la identidad del terroir de los viñedos históricos del pago de Matarromera, de suelos calizos y arcillosos y dura climatología con grandes oscilaciones térmicas.
Equilibrio: Entre la madurez de la fruta y su crianza en barrica.
Madera: Descansa en barricas seleccionadas de roble francés y americano, de grano fino y tostado suave, para respetar al máximo la expresión de la fruta. Tras su crianza, este vino Matarromera pasa a la botella donde completa su afinado hasta que está listo para degustarlo.
Aromas: Fruta negra madura y suaves especias de romero y clavo.
Sabor: Intenso, sabroso y muy, muy duradero. Persistencia y equilibrio.
Ribera del Duero
Matarromera Crianza además de un vino es casi un culto. Si lo conoces, no necesitamos explicarte nada. Si no lo conoces (qué alegría poder descubrirlo por primera vez) tenemos mucho que contarte sobre este vino tinto de la Ribera del Duero.
Su primera añada, 1994, se alzó con el título Mejor Vino del Mundo en un concurso internacional de la Organización Internacional del Vino de España (OIVE), celebrado en Turquía. Desde entonces, este 100% tempranillo, es una de las señas de identidad de Bodega Matarromera, situada en Valbuena de Duero.
¿Qué sorprende de este vino icónico?
Lo primero de todo, la identidad del terroir de los viñedos históricos del pago de Matarromera, de suelos calizos y arcillosos y dura climatología con grandes oscilaciones térmicas.
Equilibrio: Entre la madurez de la fruta y su crianza en barrica.
Madera: Descansa en barricas seleccionadas de roble francés y americano, de grano fino y tostado suave, para respetar al máximo la expresión de la fruta. Tras su crianza, este vino Matarromera pasa a la botella donde completa su afinado hasta que está listo para degustarlo.
Aromas: Fruta negra madura y suaves especias de romero y clavo.
Sabor: Intenso, sabroso y muy, muy duradero. Persistencia y equilibrio.